Descripción
Angiosperm Phylogeny Group (Grupo para la Filogenia de las Angiospermas) en la clasificación APG, ha pasado por distintas definiciones hasta situarse dentro de la familia de las lamiales (dicotiledonias), con una nueva familia monogenérica llamada pauloniaceae.
Popularmente denominada kiri, también se la conoce como árbol emperatriz, ya que por su gran belleza se la bautizó con el nombre de la Gran Duquesa Anna Pavlovna de Rusia. Los taxonomistas más reconocidos consideran bajo este nombre seis especies diferentes con múltiples variedades o subespecies. Entre éstas, las más populares son la Pulownia Tormentosa, Elongata, Fortunei y Kawakami.
Procedente de Asia, muy utilizada en Corea y en Japón, es habitual encontrar híbridos infértiles a la venta para evitar que una especie de tanta riqueza medioambiental, ornamental y maderera se convierta en plaga (las que se venden certificadas son compatibles con la vegetación autóctona)
Como árbol caducifolio, la paulownia pierde la hoja al llegar el invierno, pero las características de éstas se traducen en un enriquecimiento del suelo; por lo que se utilizan, también, para recuperar tierras baldías. Otros usos son la fabricación de compost o la recolección como alimento de ganado. Así mismo, se valora la miel de sus espectaculares flores.
Planta de rápido crecimiento (hasta 4m el primer año) y de fácil adaptación al suelo y al clima, sus raíces son verticales y profundas y aceptan prácticamente cualquier situación salvo la altitud y la aridez. Diferentes especies son adecuadas para distintos entornos climatológicos.
Requieren riego durante los primeros dos años y aunque luego busca la humedad del suelo, en climas muy secos y calurosos necesita riego extra. Adulta llega a medir 30 m, con un tronco de 1m de diámetro (25 años aprox.) y copa de 12 m de diámetro.
Estas características hacen de la paulownia un árbol especialmente recomendado para la reforestación; ya que una de las recomendaciones de los protocolos medioambientales y contra el cambio climático es la construcción en madera, ya que los troncos de los árboles, aún talados absorben y fijan el CO2. Cada paulownia, una vez cortada para su uso como madera renace de su propio pie y lo hace hasta en cuatro ciclos.